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Conseguir un buen posicionamiento en los resultados ofrecidos por los principales motores de búsqueda se ha convertido en una de las metas de cualquier persona o empresa que posee una página web. Los motores de búsqueda cada vez evolucionan más y ponen más directrices a sus algoritmos de selección. Atrás quedaron esos tiempos dónde páginas sobre optimizadas ocupaban los primeros lugares, hoy en día, Google apuesta más a la calidad del contenido, a su frescura y a la experiencia del usuario al navegar por la web. En tal sentido, podemos decir que aplicar buenas prácticas de optimización será la opción más acertada para alcanzar el éxito con una página web.
¿Qué es el white hat SEO?
Seguramente alguna vez has visto un western o película del lejano Oeste donde los buenos portan sombreros blancos y los malos sombreros negros. En el mundo de la informática, incluyendo segmentos como el SEO y el marketing digital, desde hace varios años se ha tomado esta percepción para crear dos términos que definen a las buenas prácticas (white hat) y a las malas prácticas (black hat).
El white hat SEO engloba todo lo que se considera como correcto y apropiado para posicionar una web, busca adaptarse mediante esfuerzo y dedicación a todas las normas de los motores de búsqueda. En cambio, el black hat SEO abarca todas esas técnicas inapropiadas que buscan saltarse las normas de los motores de búsqueda para conseguir de forma fácil un lugar privilegiado dentro de los resultados, sin embargo, estos malos hábitos siempre son penalizados por Google y en la mayoría de los casos tiene repercusiones en el posicionamiento de las webs.
Técnicas white hat SEO recomendadas
No retar a los motores de búsqueda, siempre seguir sus lineamientos
Nadie conoce a ciencia cierta cómo funcionan los algoritmos de Google, por tanto, los expertos se enfocan en las técnicas que mejor le han dado resultado o en lineamientos que establecen los motores de búsqueda. Si Google dice, las páginas que sean más rápidas y posean códigos limpios se verán beneficiadas, todos los expertos de marketing y desarrolladores web deben tomar cartas en el asunto y hacer que sus páginas web se adapten a tales requerimientos. Igual sucede con los metadatos, resoluciones de imágenes y otros elementos que deben ser del agrado de los motores de búsqueda.
Contenido reciente y fácil de indexar
Durante los últimos años se han producido millones de contenidos, que utilidad tendría un motor de búsqueda si aún te sigue ofreciendo contenido, noticias y datos publicados hace más de una década. Por tal razón, Google apuesta al contenido fresco reciente, pero además exige que este sea fácil de reconocer, clasificar e indexar para ofrecerle las mejores opciones a los lectores. Allí entra en acción los meta títulos, meta descripciones, palabras claves, jerarquías de titulares y demás configuraciones que permitan a los buscadores indexar contenido.
Lenguaje natural y diseños que mejoren la experiencia del usuario
Hay dos factores recientes que deben ser tomados en cuenta cuando se diseña una web, el primero es que el número de búsquedas en móvil supera al número de búsquedas en ordenadores, el segundo factor es que de estas búsquedas un porcentaje amplio se realiza desde asistentes como Cortana, Alexa, Siri o Google Assistant. En tal sentido, si deseas implementar buenas prácticas de SEO que sean eficientes debes procurar que tus webs sean responsivas y se adapten perfectamente a móviles, que sus menús sean fáciles de utilizar y que la mayor parte de su contenido posea lenguaje natural.
¿Cómo logro un lenguaje natural? Dejando de lado los contenidos robotizados y enfocándote en contenidos más humanizados. Tus webs deben parecer que hablan con el usuario, debe ser una interacción amigable. Además, debes procurar agregar palabras claves long tail, con semánticas similares a como se podría introducir una búsqueda a través de un comando de voz en un asistente virtual.
Estructura de contenidos
Cuanto más fácil sea para Google indexar e identificar todo el contenido de tu página web mejor posicionada esta estará. Esto quiere decir que tus publicaciones deben seguir un orden, desde los metadatos que el lector no visualizará hasta los titulares, apartados, imágenes y enlaces que el lector sí visualizará. Muchos editores profesionales que realizan contenido para webs utilizan jerarquías entre sus titulares. Primero colocan un titular h1, luego desglosan apartados con titulares h2, y si necesitan ampliar la información de los h2 colocarán titulares h3. Si se coloca un titular h1, luego un h3 y posteriormente un h2 se podrían obtener resultados negativos.
Las buenas prácticas siempre proporcionarán resultados positivos en el largo plazo
El black hat SEO es una salida rápida que personas con poca experiencia utilizan, y la cual ofrece resultados negativos en el corto plazo. Las buenas prácticas en SEO actúan de forma contraria, su dinámica busca atraer todas las miradas de los motores de búsqueda, procura ser afín con los lineamientos de Google y adaptarse a las necesidades de los usuarios. Con esfuerzo y contenido de calidad, el white hat SEO puede encaminar a tu web hacia posiciones relevantes en los resultados de búsqueda, y cuando el esfuerzo para estar en estas posiciones privilegiadas es constante, los resultados positivos se pueden disfrutar en el largo plazo.